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¿Podemos ser humildes o el orgullo nos domina?

¿Podemos ser humildes o el orgullo nos domina?

1. Lectura Bíblica: Gálatas 2:20

2. Versículo para memorizar:

Y esta vida verdadera que ahora tengo es el resultado de creer en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.” (Gálatas 2:20. Paráfrasis La Biblia al Día).

3. Reflexión en la Palabra de Dios:

¿Es usted de las personas que pide perdón cuando se ha equivocado? ¿Se le dificulta admitir que fallón? ¿Qué le lleva a enfrentar serios problemas para aceptar que no se expresó de forma apropiada en el momento oportuno? Estos tres interrogantes por encima de cualquier cosa procuran llevarlo a reflexionar.

Viene a mi mente la historia de una mujer que mantenía enfrentamientos constantes con su cónyuge. “Él es una persona muy difícil”, solía repetir ella. Y créanme, al principio hasta lo pensé así. Una tarde tomé tiempo para hablar con el hombre. ¡Tremenda sorpresa! Era la hermanita en la fe la complicada.

Aunque era ella quien desencadenaba los conflictos, siempre espera que fuera su esposo quien diera el primer paso para arreglar la situación. ¡Para ella era imposible admitir el error y pedir perdón!. “Ya me cansé de la situación”, dijo el esposo.

El proceso de llevarlos a considerar la situación y encontrar salidas no fue fácil, pero tampoco imposible, sobre todo cuando Dios va delante de nosotros.

Recobrar el principio de la humildad, parte de la base de otorgarle al amado Jesús el primer lugar en nuestra existencia. El apóstol Pablo escribió: “Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, más Cristo vive en mí. Y esta vida verdadera que ahora tengo es el resultado de creer en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.” (Gálatas 2:20. Paráfrasis La Biblia al Día).

El secreto de todo está en someternos a Dios, permitirnos que sea Él quien reine sobre nuestras acciones, y otorgarle la gloria a Él, que es a quien le pertenece... No a nosotros...

¿Qué le impide crecer? Sin duda penar que está en el límite de la perfección, que va delante de los demás en el proceso de crecimiento personal y espiritual, creer que no tiene nada que aprender, estar convencido que no hay nadie más consagrado que usted… En síntesis, tener la perspectiva equivocada que llegó a la cima cuando apenas está comenzando el ascenso.

Todas las personas estamos llamadas a hacer un alto en el camino, hacer un auto examen, identificar en qué estamos fallando y aplicar correctivos. Es un principio de victoria que— por supuesto— aplica a la vida cristiana. No basta predicar, es necesario reflejar con hechos aquellop que proclamamos con los labios.

Comparto con usted una cita de Richard Leider, motivador internacional, quien escribe: “Desempacar significa sencillamente analizar profundamente aquello que estamos cargando y el motivo por el cual lo hacemos. Estudiar si muchas presiones, responsabilidades y relaciones todavía nos ayudan a avanzar, o si nos están deteniendo. Empacar entonces consiste en la actividad continua de evolución y ajustes. Volver a acomodar nuestras prioridades. Volver a plantear nuestra visión de la vida plena, y recuperar nuestro sentido de estar vivos.” (Richar J. Leider. /David A. Shapiro. “Vuelva a empacar las maletas”. Edit. Mc Graw Hill. EE.UU. 2006. Pg. 7).

Hasta tanto no hagamos una evaluación honesta de si, como cristianos, hablamos bonito pero no llevamos a la práctica lo que predicamos, estaremos avanzando en un círculo sin fin. La forma de impactar a quienes nos rodean es viviendo aquello que decimos. Es un fundamento de vida camino al éxito que aplica en nuestra relación personal, familiar y social.

Si no ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga porque prendidos de la mano del Señor Jesús, emprendemos el maravilloso camino hacia el crecimiento personal y espiritual.

4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a. ¿Reconoce sus errores?

b. ¿Qué le impide admitir que ha fallado?

c. ¿En qué casos particulares ha pedido perdón?

d. ¿Reconoce que identificar los errores y pedir perdón, ayuda?

Pediré a Dios que me permita dejar de lado el orgullo y asumir con humildad los errores que cometo

Publicado en: Devocionales Diarios


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