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Perdonar para ser libre

Perdonar para ser libre

1.- Lectura bíblica: Mateo 5:43-46

2.- Meditación familiar:

La mirada que se cruzaron la mujer de 62 años y el joven de 27, encerraban sentimientos encontrados.

Él, con cierto grado de pesar y de vergüenza. Ella, con amor, somo si fuera un hijo, justo el hijo al que este pandillero le dio muerte en una pelea callejera.

En esos breves instantes, ambos viajaron en el tiempo.

Habían jurado darse muerte si se encontraban. Y eso fue lo que hizo, al ver a quien consideraba su contendor, amparándose en las sombras de la noche. No lo pensó dos veces. De hecho, solo vino a meditar en el asunto en la soledad de la celda en la que pasaba buena parte del tiempo.

La anciana, por su parte, recordó cuando le trajeron la noticia. No podía dar crédito a las palabras que escuchaba. Luego, cuando comprendió que jamás volvería a ver a su hijo, se deshizo en llanto.

El encuentro que sostuvo con el presidiario no fue para recriminarle, sino para perdonarlo. Esa breve reunión que pudo pasar intrascendente, se convirtió en noticia.

Medios hablados y escritos de Santiago de Cali, en Colombia, registraron el hecho inusual que rompió todos los esquemas.

Perdonar no es común hoy día. Es lo primero en lo que piensa una persona cuando le ofenden.

En la antigua Mesopotamia se originó el Código de Hammurabi, en honor a su gestor, que fue un gobernante a quien se consideraba sabio. Contenía alrededor de 270 artículos. Uno de los más conocidos: “Ojo por ojo, diente por diente”. De hecho, los israelitas lo asumieron en su normatividad jurídica.

El propósito era hacer justicia aun cuando hay quienes lo interpretan como una forma legal de tomar venganza.

Sin embargo, el Señor Jesús rompió los esquemas. Enseñó que se debe perdonar.

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos." (Mateo 5:43-46| RV 60)

Perdonar es un valioso principio que debemos incorporar en nuestra forma de pensar y de actuar. Por supuesto, va en contravía de las normas que rigen una sociedad vengativa e inmisericorde como aquella en la que nos desenvolvemos. Sin embargo, estamos llamados a asumir y vivenciar.

El propio Jesús cuando lo estaban crucificando, oraba por sus torturadores. Decía: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Sobre esa base, es hora de perdonar.

Si aún no ha recibido a Jesucristo, hoy es el día para que lo haga. Emprenda de Su mano poderosa ese maravilloso viaje hacia el cambio y crecimiento en todas las áreas de su existencia.

3.- Oración familiar:

"Padre amado, gracias por escucharme siempre. Reconozco que he guardado resentimientos y motivos de odio en mi corazón hacia los seres que amo. Esta actitud ha enrarecido mi relación familiar. Pido que me concedas la fortaleza necesaria para perdonar. Gracias por ayudarme en ese proceso. Amén"

4.- Una meta familiar para hoy:

Elaboraré un listado de aquellas cosas que he guardado en mi corazón y que debo perdonar a los seres que amo en mi familia. Pediré a Dios la fortaleza para perdonarles.

Publicado en: Altar Familiar


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