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¿Cómo recuperar territorios dominados por las tinieblas?

¿Cómo recuperar territorios dominados por las tinieblas?

La imaginación de muchos en el pueblo llevó a que, durante las conversaciones en voz baja, se indicara que aquella casa de la colina, era un “lugar embrujado”.

Todos comentaban sobre los ruidos y acontecimientos extraños que ocurrían allí e incluso, doña Genoveva, la matrona del caserío, se atrevió a decir que se trataba de una vivienda en la que se practicaban ritos satánicos, los viernes en la noche.

Una familia se mudó, pero duró poco tiempo en la residencia. Tan misteriosamente como llegaron, se fueron. No dijeron nada. Un día amaneció y ya no estaban. No dejaron rastro alguno de su partida.

No soportaron la presión de los demonios— aseguró doña Genoveva —. Pasaron noches en vela, dominados por el terror —.

Y el niño menor veía espíritus— añadió otra comadrona —. Decía que eran rojos y se parecían a los duendes —.

Sólo Sofía y Manuel, quienes compraron la vivienda en muy buen estado, hicieron frente al fenómeno. Por supuesto, no era el fruto de mentes fantasiosas sino real: en todos los espacios se producían hechos inexplicables. No había lugar en el que no sintieran la presencia del mundo de las tinieblas.

No era en las noches únicamente— relató la joven —. De día también se escuchaban ruidos, en algunos sectores como las piezas y el cuarto de baño, en donde además hacía un frío insoportable. Además eran comunes los malos olores. El ambiente era pesado— proseguía, enfatizando cada frase —. Definitivamente allí había algo extraño —.

Manuel, que posaba de escéptico, tuvo que aceptar la situación; lo que pasaba en la vivienda no era normal. “Ese sitio se encontraba infestado de demonios”, admitió.

Un sacerdote visitó la vivienda y practicó un exorcismo; luego lo hizo un pastor Pentecostal.

—Reconocíamos la realidad del mundo de las tinieblas, pero más, de la posesión territorial que ejercían los espíritus sobre áreas geográficas específicas en aquel lugar —, explicó el reverendo Jaime, tras haber ministrado liberación en el Nombre y poder de Jesucristo.

¿Pueden los demonios posesionarse de un lugar? Por supuesto que sí. Hay fundamento bíblico para afirmarlo. Hay varios factores que favorecen esa situación. En el caso de la residencia Argentina, se comprobó que por años fue utilizada como punto de encuentro para reuniones de un grupo ocultista muy fuerte.

Los demonios ejercen dominio territorial

Desde la antigüedad encontramos pasajes Escriturales que nos corroboran el que los patriarcas conocían la realidad y consecuencias de los espíritus territoriales. Hasta tanto se eliminaran ídolos y lugares de adoración cúltica, el mundo de las tinieblas tenía “derecho legal” para operar en un país o una región determinada.

A las puertas de la tierra prometida, Dios le habló a Moisés y al pueblo de Israel: “«Habla con los israelitas y diles que, una vez que crucen el Jordán y entren en Canaán, deberán expulsar del país a todos sus habitantes y destruir a todos los ídolos e imágenes fundidas que ellos tienen. Ordénales que arrasen todos sus santuarios paganos y conquisten la tierra y la habiten, porque yo se la he dado a ellos como heredad.” (Números 33:50-53. Nueva Versión Internacional)

Observe que hasta tanto erradicaran todo vínculo con los pueblos paganos, adoradores de ídolos y dioses de las tinieblas, les iba a resultar imposible tomar la tierra que Dios les daba en posesión.

Los demonios establecen potestades en áreas geográficas específicas, lo que explica que haya ciudades con mayor índice de violencia, manifestaciones de delincuencia y accidentes de tránsito, entre otros.

En Marcos, capítulo 5, encontramos que la región de Gadara en la que ministró el Señor Jesús a un endemoniado, existía gobierno por parte de fuertes potestades. Una lectura cuidadosa del pasaje nos revelará que los espíritus inmundos no querían irse de la región.

Una persona puede abrir puertas al dominio territorial

Cuando un padre de familia o alguien con personas bajo su responsabilidad— por ejemplo los gobernantes —, le abren puertas a Satanás, él entra a ejercer influencia sobre viviendas, barrios, ciudades y países enteros.

Un ejemplo claro lo hallamos en el rey Acaz, de quien dice la Biblia que: “…sacó las cosas de valor del templo del Señor, del palacio real y de las casas de los jefes para dárselas como tributo al rey de Asiria, no consiguió de él ninguna ayuda. Pero a pesar de encontrarse en tal aprieto, continuó siendo infiel al Señor. ¡Así era el rey Ahaz! Ofreció sacrificios a los dioses de Damasco, que fueron la causa de su derrota. Pensó que, si los dioses de Siria habían ayudado a los reyes de este país, también le ayudarían a él, si les ofrecía sacrificios. Pero ellos fueron la causa de su propia ruina y de la ruina de todo Israel. Ahaz juntó los utensilios del templo de Dios y los hizo pedazos, cerró las puertas del templo y mandó que se le hiciesen altares paganos en todas las esquinas de Jerusalén. Edificó santuarios paganos en todas las ciudades de Judá para quemar incienso a otros dioses, provocando así la ira del Señor, Dios de sus antepasados.” (2 Crónicas 28:21-25, Versión Popular)

La inclinación del monarca a la idolatría, trajo como consecuencia la derrota, la ruina y enfermedades para su pueblo. Él pecó contra Dios, pero también el pueblo fue llevado a la crisis.

¿Qué de alguien que ve pornografía o guarda amuletos en una vivienda? Afecta a todos quienes residen bajo el mismo techo. No lo olvide: Satanás se vale de cualquier oportunidad para ejercer dominio sobre un territorio.

En los aires, los demonios se oponen al plan de Dios

Hay tres cielos. ¿Recuerda? El primero, compuesto por todo lo que vemos. El segundo, donde se mueven las tinieblas y, el tercero, donde está Dios. Sobre este aspecto he escrito bastante y aprovecharé nuevos Estudios para profundizar en el asunto, pero mi propósito es ilustrar el gobierno territorial de los espíritus.

El profeta Daniel estaba orando a Dios por su pueblo, y el Señor le envió un mensajero. “Entonces me dijo: “No tengas miedo, Daniel. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a ella estoy aquí. Durante veintiún días el príncipe de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia. Pero ahora he venido a explicarte lo que va a suceder con tu pueblo en el futuro, pues la visión tiene que ver con el porvenir.” (Daniel 10:12-. Nueva Versión Internacional)

Tome nota: Dios respondió a las oraciones de Daniel, sin embargo, Satanás y sus huestes se oponen abiertamente a que se cumpla Su plan divino.

Eso explica por qué en muchas áreas parecieran infructuosos los esfuerzos evangelísticos. No obstante, cuando se hace guerra espiritual mediante caminatas de oración, ungir con aceite áreas y lugares donde se compartirán las Buenas Nuevas, ayunos y vigilias— entre otras actividades —, las fortalezas espirituales de maldad se debilitan y el Evangelio puede penetrar poderosamente en diferentes lugares.

¡Las vendas del enemigo caen del rostro de almas que, de otra manera, correrían el peligro de perderse por la eternidad sin Cristo en su corazón!

Ídolos con revestimiento de religiosidad

En mi amado país, Colombia, hay imágenes religiosas que reciben adoración. Esos ídolos se constituyen en “puntos de contacto” para el mundo de las tinieblas. Ejercen dominio sobre los territorios gracias a esas prácticas de veneración de feligreses.

Cuando Pablo y sus colaboradores comenzaron a predicar en Éfeso, se enfrentaron abiertamente a la potestad territorial que dominaba allí. Las Escrituras señalan que “Por aquellos días se produjo un gran disturbio a propósito del Camino. Un platero llamado Demetrio, que hacía figuras en plata del templo de Artemisa, proporcionaba a los artesanos no poca ganancia. Los reunió con otros obreros del ramo, y les dijo: — Compañeros, ustedes saben que obtenemos buenos ingresos de este oficio. Les consta además que el tal Pablo ha logrado persuadir a mucha gente, no sólo en Éfeso sino en casi toda la provincia de Asia. Él sostiene que no son dioses los que se hacen con las manos. Ahora bien, no sólo hay el peligro de que se desprestigie nuestro oficio, sino también de que el templo de la gran diosa Artemisa sea menospreciado, y que la diosa misma, a quien adoran toda la provincia de Asia y el mundo entero, sea despojada de su divina majestad. Al oír esto, se enfurecieron y comenzaron a gritar: — ¡Grande es Artemisa de los efesios! En seguida toda la ciudad se alborotó. La turba en masa se precipitó en el teatro, arrastrando a Gayo y a Aristarco, compañeros de viaje de Pablo, que eran de Macedonia.” (Hechos 19:23-29, Nueva Versión Internacional)

Literalmente se enfrentaron al mismo demonio, a la fortaleza que gobernaba ese territorio y dominaba sobre hombres y mujeres.

¿Cómo comienzan a tomar fuerza las fortalezas de maldad? Desde la mente. Recuerde, es el principal blanco de ataque de Satanás y sus huestes. Es por eso que el mundo está inundado de perversión, pornografía y antivalores.

El autor Francis Frangipane, explica que:
 “Estas fortalezas existen en los patrones de pensamientos y de ideas que gobiernan en los individuos, las iglesias, las comunidades y las naciones, antes que se pueda reclamar la victoria, es necesario derribar tales fortalezas y quitarle la armadura a Satanás. Entonces las armas poderosas de la Palabra y del Espíritu podrán zaquear la casa de Satanás con toda eficacia.” (Frangipane, Francis. “Los 3 campos de la lucha espiritual”. Editorial Desafío, Colombia. 1989, pg. 30.)
Las fortalezas, en esencia, deben derribarse. Es esencial y en esa tarea debe vincularse activamente la iglesia de Jesucristo hoy día.

Los demonios sienten que un territorio es de su propiedad

El Señor Jesús compartió con sus discípulos y nosotros hoy, un pasaje que le invito a considerar detenidamente: “Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice:

"Volveré a la casa de donde salí.” Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero. Así le pasará también a esta generación malvada. “ (Mateo 12:43-45. Nueva Versión Internacional)

Los demonios, como describe el amado Salvador, buscan corporizarse, y lo hacen a través de hombres y mujeres que les han abierto camino. Igual, toman gobierno de ciudades donde abunda el pecado y mediante prácticas perversas e idolátricas, se les abren puertas.

¿Casas poseídas por Satanás?

El relato de la casa gobernada por espíritus en Argentina, es común en muchos países. El que esos lugares hayan sido utilizados para cultos satánicos, les permite ejercer demonio.

¿Qué hacer? Es necesario cerrar puertas al mundo de las tinieblas y deshacerse de todo lo que le conceda “derecho legal” al enemigo.

El patriarca Josué fue claro al advertirle a Israel: “Por lo tanto, ahora ustedes entréguense al Señor y sírvanle fielmente. Desháganse de los dioses que sus antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates y en Egipto, y sirvan sólo al Señor. Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.” (Josué 24:14, 15. Nueva versión Internacional)

Todo parte de una decisión personal, revestida de firmeza, renunciando a todo lo que pudiera atarnos al mundo de las tinieblas.

Generando confusión en el mundo de las tinieblas

Cuando echamos fuera todo lo que permite el dominio territorial, el mundo de las tinieblas sufre confusión como describe el profeta Jeremías: “La palabra del Señor acerca de los babilonios y de su país vino al profeta Jeremías: «¡Anuncien y proclamen entre las naciones! ¡Proclámenlo, levanten un estandarte! No oculten nada, sino digan: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel quedará en vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado! ¡Sus imágenes quedan humilladas, y aterrados sus ídolos!.” (Jeremías 50:1, 2. Nueva Versión Internacional)

Aunque inicialmente el pasaje alude a la confrontación a Babilonia, tiene estrecha relación con la Guerra Espiritual y nos muestra que podemos generar confusión en el mundo de las tinieblas cuando lo enfrentamos. En oración, bajo el poder y autoridad de Jesucristo, derribamos fortalezas territoriales (Cf. Lucas 10:18, 19).

Es entonces cuando la iglesia asume su papel protagónico en guerra espiritual a través de la oración, como explica el autor y conferencista internacional, Frank Marzullo:
“Si quiere ganar su ciudad, su iglesia, su hogar, su negocio para Jesús, hay que empezar aquí. En el Nombre de Jesús hay que atar el poder de los espíritus que Satanás ha asignado a fin de que gobiernen sobre áreas en particular.” (Marzullo, Frank. “Victoria sobre los espíritus malignos”. Editorial Unilit. EE.UU., 1996, pg. 12)
Como pastor, obrero o líder pregúntese: “¿Qué estoy haciendo para evitar el avance del mundo de las tinieblas a través de las fortalezas territoriales?”. Recuerde que usted y yo libramos la batalla en oración y junto con nuestras congregaciones, debemos avanzar en esa dirección: recuperar los territorios en manos de los demonios.

Tiempo de dar la batalla

Además de debilitar el accionar del mundo satánico, es necesario compartir con las almas la importancia de sacar el anatema de los hogares. Que haya una renuncia voluntaria a toda atadura con el ocultismo. Es un paso fundamental para que comencemos a recuperar territorios.

Las caminatas de oración, tomando para Cristo territorios, constituyen una opción importante orientada a derribar fortalezas como negocios de prostitución, discotecas, cantinas, centros de espiritismo, moteles y otros “puntos de contacto” mediante los cuales Satanás tiene “derecho legal” a gobernar sobre un área específica.

Comparto, para concluir, un incidente ocurrido hace algún tiempo cuando nuestra denominación rentaba un edificio de tres pisos. Los dos primeros, los ocupábamos nosotros. En el tercero, se ubicaba una discoteca.

¿Peleamos con ellos? En absoluto. Dimos la batalla en oración. Clamor. Persistencia. Convicción de que Dios peleaba por nosotros.

Cierto día, sin que nos esforzáramos físicamente salvo el clamor permanente, los propietarios decidieron retirar el negocio tras una gresca en la que participaron varios de los fiesteros.

¡Es tiempo de dar la batalla! Vamos a recuperar el mundo para el Reino de Dios. Satanás y sus huestes no pueden seguir avanzando, porque sencillamente, no se lo vamos a permitir.

Publicado en: Guerra Espiritual


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